Bueno, pues aquí acaba la historia del Sr. Brócoli y el Sr. Calabacín ( que eran amigos personales de la autora, de ahí que nos cuente la historia con tanto detalle); esperamos que os haya gustado y desde aquí os animamos a que os pongais manos a la obra y nos mandeis vuestras historias, largas, cortas, de verdad, de «mentirijillas», vuestros dibujos, pasatiempos, adivinanzas… lo que querais…
¡¡¡¡ OS ESPERAMOS !!!!
A continuación os ofrecemos el primer capítulo de una historia (basada en hechos reales) que nos relata nuestra escritora Ana Muñiz López.
La historia os cautivará y os interesará desde su primer capítulo. Os aconsejamos no perderos las aventuras de sus protagonistas en próximas entregas…. A disfrutar con la Lectura!
EL LADRÓN DESORDENADO
(Por Ana Muñiz López)
CAPÍTULO I
Erase una vez, en un restaurante había un chef que se llamaba Sr. Brócoli. Un día, cuando se levantó a las 6 de la mañana para abrir el restaurante se dio cuenta de que la cocina estaba muy desordenada porque a la media noche, un rato después de que cerrara el bar entró un ladrón que dejó toda la comida tirada por allí en medio.
El Sr. Brócoli vio que el tomate Padre estaba llorando porque todos los demás tomates estaban apretujados en el suelo con todo el jugo por fuera.
Cuando ya era tarde, antes de cerrar, se aseguró que no hubiera nadie en la calle para que no volvieran a entrar. Al día siguiente, cuando se levantó, lo primero que hizo fue ir al restaurante y vio si la cocina estaba igual de ordenada que él la dejó. Cuando llegó otra vez estaba desordenada y ahí se dio cuenta de que no faltaba nada; sólo estaba todo tirado por el suelo. Entonces lo dejó todo igual.
Al día siguiente se dio cuenta que no entraban para robar, sino para desordenar la cocina y que el chef Sr. Brócoli la tuviera que recoger….
Continuará……..
CAPÍTULO II
… Como el chef se dio cuenta de que no entraban para robar sino para desordenar la cocina, al día siguiente cuando fue a abrir el restaurante pilló al que la desordenaba. Cuando fue a ver quién era, vio que era su vecino el chef que se llamaba el señor Calabacín, el que le desordenaba la cocina para que nadie entrara, y que entraran en su restaurante, porque el restaurante del Sr. Brócoli era mejor y entraban todas las personas, mientras que en el del señor Calabacín no entraba nadie porque decían que su comida sabía a “caca de vaca”.
El señor Brócoli se dirigió muy enfadado a hablar con el señor Calabacín, entonces……
CAPÍTULO III
… Cuando hablaron le propusieron al pueblo que iban a hacer un concurso de cocina y el que ganara era el que cocinaba mejor, pero como el Sr. Calabacín era tan tramposo, le dio más fuego a la cocina del Sr. Brócoli y le salió la comida quemada y dijeron que el que cocinaba mejor era el Sr. Calabacín.
Pero… cuando pasaron unos días se dieron cuenta de que la comida del Sr. Calabacín estaba muy mala y todo el mundo comenzó otra vez a entrar el restaurante del Sr. Brócoli…
CAPÍTULO IV Y FINAL
… Al final el Sr. Calabacín se dio cuenta de lo que había hecho y se pegó una semana muy triste y llorando “esmorecío”….
Más tarde, el Sr. Brócoli le dijo al Sr. Calabacín que si formaban un restaurante entre los dos, lo hicieron y ese fue el restaurante “más mejor del mundo mundial”.
Todas las personas entraban en ese restaurante porque tenía comida de todos los países. ¿Sabéis cómo se llamaba? Pues mira, se llamaba: “Brócoli y Calabacín”…..
Y colorín colorado, este revuelto de cuento de verduras… se ha acabado!!!!!!